Poco antes de ser adicto empezaba a ocupar mi mente por medio de pensamientos que describían cómo sería mi primer consumo, esto me llevó a ejecutarlo y con el paso del tiempo se desarrolló la confianza de hacerlo por más de 8 años, hasta que se convirtió en un hábito. Luego llegó esa parte de la conciencia en donde las normas sociales reclamarían mis excesos y comportamientos, tenía que cambiar o esto terminaría en locura. Durante ese lapso intente dejar mis adicciones empezando por realizar hábitos positivos como el senderismo, gimnasio, carreras, meditación, cursos y demás, todo para no volver a consumir aquello que me estaba acabando. Pero todas esas acciones no me resultaron. Mi voluntad estaba por los suelos y no tenía la capacidad para salir de ello, fue cuando recibí la invitación a una reunión de Alcohólicos Anónimos.
Para ser exacto llegué con una fuerte conmiseración al grupo, no conocía nada acerca de la enfermedad del alcoholismo, los AA me hablaron sobre mi rebeldía y la aceptación.
Asistí a juntas diario hasta por 9 meses y recaí así durante dos años, nunca dejé de ir porque había empezado a formar un hábito, quizá el más importante y era el asistir a una reunión de Alcohólicos Anónimos.
En estas reuniones empezó mi «reseteo» algo parecido al de borrar la memoria caché y cookies del navegador, descubrí el panel de herramientas para visualizar mi historial de información y así empezar a borrar lo que ya no necesita, estaba saturado y necesitaba adquirir nueva información.
El borrar la memoria caché y cookies es muy parecida al cerebro humano, en cuestiones de información, la diferencia es que el caché con un reseteo puede borrar toda la información del pasado y la que ya no necesita para empezar desde cero, en cambio el cerebro no. El cerebro necesita eliminar toda esta información en forma de etiquetas negativas con nuevas sinapsis y estas se modifican por medio de hábitos continuos y así hasta adquirir fuerza de voluntad.
El reseteo de la mente no es fácil y sencillo como el de la memoria caché y cookies, se necesitan de muchas herramientas como el programa de AA y cosas externas hablando de salud mental y emocional.
La ciencia está llevando a cabo un método para el alcoholismo y se basa en como limpiar la memoria permanentemente como la de un caché o cookies, y esta fue aplicada al microbiólogo Frank Plummer, quien tenía un grado de alcoholismo muy avanzado y había llegado hasta el trasplante de hígado, necesitaba una cura por medio de la ciencia y el remedio constaba en un implante cerebral para controlar la adicción del alcohol, trabajando con los circuitos de placer y recompensa que hay en el cerebro, implantando un dispositivo eléctrico directamente al paciente para estimular los circuitos donde haya una actividad anormal o un «cableado» disfuncional para ayudar a reajustarlos. Dónde los electrodos se insertan en una región específica y recalibran la actividad en esa área, utilizando impulsos eléctricos para reducir la necesidad de consumir alcohol. Estos electrodos son controlados por un dispositivo similar a un marcapasos que se coloca debajo de la piel del pecho.
El microbiólogo Plummer es el primer paciente del ensayo. Se espera que, con el tiempo, participen más personas, todas con antecedentes de un trastorno por consumo crónico de alcohol que haya mostrado resistencia a otros remedios.
Plummer ha vuelto a levantarse temprano, escribe a diario y ha retomado sus investigaciones, bebe ocasionalmente pero dice que no tiene la misma compulsión o dependencia física que antes. Aunque los especialistas sugieren seguir con la terapia o programas de rehabilitación.
Dejando el tema y recordando un poco de la historia de AA y de las curas del alcoholismo, hace ya tiempo a nuestro cofundador Bill W., le fue administrado un remedio con el nombre de «belladona» en sus internamientos en el Hospital Towns, dicha sustancia se creía era la cura para el alcoholismo en octubre del año 1909, por el Dr. Alexander Lambert en una extraña mezcla de belladona (Atropa belladona), extracto fluido de xanthoxylum e hisocyamus. Alexander conocido por ser el médico personal del presidente Theodore Roosevelt de los Estados Unidos, además de profesor en el Cornell Medical College, y experto en alcoholismo, habría descubierto una supuesta cura para el alcoholismo pero resulto ser un remedio maligno para la salud y sus efectos secundarios traían consigo graves problemas como delirium tremens, convulsiones, ceguera y otros daños cerebrales.
Por lo que posiblemente la iluminación del cuarto habría sido parte de la medicación de Bill W por el doctor William Duncan Silkworth.
Los recuerdos a corto y a largo plazo se generan de forma simultánea y se almacenan respectivamente en el hipocampo y en la corteza prefrontal, una de las secuelas de las que llaman los males más profundos y dónde supuestamente algunos AA se deriva la «enfermedad» del alcoholismo (el pasado).
Y hablando del reseteo, la memoria caché y cookies .En AA nos estamos enfrentando a filtrar toda esta información dentro del programa para evitar el consumo. Cómo decía el cofundador Bill W. «limpiando nuestros escombros del pasado» pero también se tiene la confianza que la ciencia descubra algún método para poder resetear nuestros males más profundos como la memoria caché y cookies de un navegador.
Alguna vez me he preguntado qué haría si se comprobara que hay una solución médica contra el alcoholismo. Dudo mucho que tomara un tratamiento de ese tipo, a menos que fuera ya normal en el año 4 000. Me siento bien así. He podido dejar de consumir y no me hace falta. Quiero vivir así, alerta, sin drogas.
Muy bueno este texto. Me lleva a reflexionar. Gracias, colega en AA
Por favor me puedes aclarar algo? Primero nombras al doctor Alex que le suministra la bella donación a el doctor Bill y más abajo nombras a otro doctor del que tu piensas que por eso se le iluminó el cuarto al doctor Bill. Tengo los cables como enredados de mi disco duro.